A veces, cuando miramos pinturas románicas, especialmente al fijarnos en objetos de caras planas y bordes rectilíneas como los de los edificios, libros, mesas, o sillas quedamos asombrados por su manera irritante de oponerse a las reglas de la perspectiva lineal, es un ejemplo que también podemos aplicar ocasionalmente a la escultura románica, parece como que el autor ignorase las leyes básicas del arte.
Igualmente, en lo que respecta a los planos complementarios, es decir, a las lineas paralelas que no pertenecen al plano del objeto principal, las cuales estarían obligadas a converger en la linea del horizonte y parece a veces ocurrir lo contrario.
Es la perspectiva invertida o conversa, a veces incluso representada con centros múltiples, una forma de ver alejada de convencionalismos.En tiempos más modernos esta misma técnica, de representar el espacio y el volúmen fué utilizada por los cubistas.
Un ejemplo claro podría ser,
Albert Gleizes, Les Baigneuses, 1912.
o,
también,
Entre otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario